Creía que no tenía nada para darte, me puse a buscar entre mis cosas y me equivoqué, si tengo mucho para darte, tengo demasiado y me gustaría que quisieras que te lo diera. Tengo peleas que no duran ni diez minutos, tengo comprensión infinita, algunos chistes sin gracia ni sentido, en una de mis gabetas encontré un par de piropos para cada día que pase, en mi closet encontré unas ganas colgadas de los ganchos, encima de mi cama tengo algo de calor, derroche y pasión, en el espejo me encontré con el reflejo de alguien que se las jugaría todas por ti, también tengo una caja llena de abrazos y un par de besos que aún no estreno. Todo lo anterior mencionado lo encontré en mi cuarto, pero ¿adivina qué? En la cocina encontré apoyo, consejos y ánimos para darte cuando te sientas triste. Pero no solo dentro de mi casa tengo cosas para ti, también tengo un sol guardado para tus días grises, algunas gotas de lluvia para cuando el mundo te sofoque, un abrigo para cuando te ataque el frío de la confusión, una tabla para surfear sobre los malos tiempos, una bicicleta para que escapes de la gente que te hace mal... Pero sobre todo tengo unos brazos que siempre estarán abiertos esperando por ti acompañados de mucho amor para dar.