Bella, hermosa, menguante y atrevida... Asà es tu sonrisa. Me lleva a la locura, no sé lo que es cordura cuando la tengo ante mis ojos... Me hace vivir, me siento llena, le da calor a mi alma. Lo más bonito de tu cara después de tus ojos, tu sonrisa. Perfecta para cualquier ocasión, capáz de derretir el hielo de mi mal humor, asà es ella. Sincera como los sentimientos que expulsa mi boca, causante del brillo de mis ojos, una de las cosas que más ánimo me da, tu sonrisa. Sin tu sonrisa, yo no tendrÃa risas ni me sonrojarÃa y sin esas risas eternas y esos colores que me suben al rostro cada vez que te veo sonreir, yo no serÃa la misma, quizás un poco más amargada.
Quiero que te quedes, lo deseo con ansias, no importa si es conmigo u con mis manÃas, pero quiero que te quedes. Me gustarÃa que te quedes, pues yo puse todo bonito para tu llegada y no me gustarÃa haberlo hecho en vano. ¿Haz querido que alguien se quede? Es un sentimiento bonito, un sentimiento que también acompaña el miedo a perder. Me haces sentir bonito, asà tan bonito como tus ojos que aunque son pequeños y quizás para ti no tienen nada de atractivos a mi me encantan ya que los ojos son la ventana del alma y tu alma yo quiero habitar. Me encantas tú, me encanta todo de ti... ¿Cómo no voy a tener ganas de que te quedes? Me haces sentir en otro planeta que tan siquiera existe, le das un sabor tan distinto a las cosas... Un sabor que se ajusta a mi, ese sabor que no habÃa probado antes. Yo estoy aquÃ, sé que te quiero a ti, compartirÃa mi café contigo y te invitarÃa a ver partidos de fútbol... ¡Quédate!
Por si vienes me arreglaré el cabello, me pondré tu camisa favorita e
intentaré cocinar.
Estaré sonriente,
limpiaré el desorden y practicaré como decirte que no te vayas.
Por si vienes tendré música puesta y estaré pendiente al celular,
Encontrarás todo en su sitio...
Y todos los libros en su lugar.
Por si vienes me habré perfumado,
Para ver si sonrÃes al percatarte,
Por si vienes me pondré felÃz...
Para sacarte una sonrisa menguante.
Por si vienes te espero sentada,
Te guardé un poco de café,
Te guardé unos cuantos «te quiero» envueltos,
En sonrisas y papel crepé.
Por si vienes tengo los brazos abiertos,
Por si vienes hablé con la luna,
Por si vienes todo lo tendré listo... Para que no te quieras ir nunca.
Estas ganas de llorar y sin saber por qué... ¿Será porque hace mucho no me querÃan tanto y lo podÃa sentir de verdad? No lo sé.
Tengo ganas de llorar teniéndolo todo, un amor en crecimiento, unos amigos que no me abandonan y la música que me gusta en los oÃdos a las dos de la mañana, pero aún asà las tengo.
Estas ganas de llorar aquà en la intimidad de mi cuarto, pues porque asà lo siento en el pecho, porque tengo ganas de desbordarme en lágrimas.
De llorar tengo ganas y eso que el café aún no deja de existir, tengo el amor de mamá y unos abuelos que me adoran.
Ya casi empiezo a llorar, tengo muchas ganas de llorar, pero no me molesta llorar, cuando lloro me libro todas las tensiones que tenga encima.
Lágrimas saladas y de cristal que acarician mis labios lentamente, lágrimas a las cuales aún no les descubro el motivo pero... ¡Qué ganas tenÃa de llorar!
Esta noche más que nunca tengo ganas de compartirla contigo,
junto a la luna o bajo algún techo, pero contigo.
Quiero que tus manos estén sobre las mÃas y tus ojos sobre mis ojos,
quiero disfrutar de tu ilusionada mirada y hermosa sonrisa.
No sé si puedas sentir en tu corazón lo mucho que te quiero,
pero aunque no lo sientas... Yo te quiero.
Caminemos de manos y soltemos el dolor al viento,
vamos a entregarle las penas al sol para que las queme y cuando caiga la noche construir sueños e ilusiones nuevas.
Yo quiero que aquà estés,
quiero acariciar tu pelo y darte besos después,
prepararte el café y hablarte de mis amores contigo,
sé que no eres de tela, pero de mi alma eres el abrigo.
Podemos contar estrellas,
Puedo acariciar tu cara,
Puedo hacer que todas las noches,
A ti no te falte nada.
Quiero tener tus ojos,
PÃntame el alma de colores,
VÃveme siempre como la primera vez,
Y reinvéntame todos los dÃas pero con la misma presencia.
¿Qué te puedo decir? Me gusta el chocolate, no me molesta llorar, a todo le quiero sacar lo lindo, estoy llena de sueños y miedos, nunca me guardo lo que siento y pues la verdad es que la cocina no es mi fuerte. No suelo bañarme con agua frÃa, no dejo hábitos por nadie, siempre hago lo que mejor le parezca a mi corazón y siempre me estoy tocando el pelo. En mis labios tengo historias, tengo sueños, tengo secretos, tengo muchas cosas que pudieras descubrir si asà deseas, en mi mente solo habitan ideas grandes ya que nunca pienso de otra forma que no sea asÃ. Suelo ser puntual siempre, tengo un par de manos curiosas y un par de ojos que ansÃan mirar los tuyos. Soy una persona distraÃda de vez en cuando, si notas que me estoy saliendo del camino u algo asÃ, tómame del brazo y enderézame ya que probablemente no me esté dando cuenta de que eso está pasando. Si hablamos de algún amor que tenga pues puedo contarte sobre mi amor eterno, el fútbol. Si hablamos de sabores que prefiera, el café. De mi... ¿Qué te puedo decir? Adoro el frÃo, me gusta Arjona y no sé nadar, los sombreros son lindos pero me enoja ponérmelos y luego tener el pelo todo alborotado, soy muy celosa con mi pelo y conmigo misma. Leo el periódico al revés para ver los deportes primero algo no tan común entre las mujeres y los celos no siempre los exploto, prefiero callarlos un poco para no arruinar momentos ni lucir tan psicópata. Tengo un reguero aquà el cual ni me he molestado en organizar, si te dejo pasar asÃ, ya eres de aquÃ.
Miedo... ¿Han sentido miedo? Supongo que si, hay muchos tipos de miedos, muchos... Pero es tan devastador ese miedo cuando acabas de perder algo que apreciabas con toda tu alma y no sabes como será todo luego, como acostumbrarte, como volver a empezar desde cero esa relación estable que solÃas tener con soledad o ese simple miedo de sentirte inútil sin eso que perdiste. Ese tipo de miedo puede ser con cualquier cosa, un objeto importante para ti o con una persona, curiosamente se asimilan un poco los dos casos, porque si se te explota un balón puedes comprar otro, pero ese otro nunca será igual al que tenÃas, se te puede romper un zapato, puedes comprar otro par pero ese par no será igual al viejo y lo saben, siempre nos encariñamos con los zapatos y más cuando andamos siempre con ese par, nuestro par favorito y eso mismo pasa con las personas, aunque puedes tener a otra persona en cualquier momento de tu vida ¡nunca! Será igual a esa persona que perdiste, dejaste, se perdieron, no se pudo u lo que sea, el tipo de situación que sea, puedes estar con quien sea pero nunca esa persona será igual ni te dará la misma comodidad aunque luego te de una mejor, no te dará una igual, asà como el par de zapatos. Hay personas que se meten en tu ser y ya, se metieron, te atraparon, te hacen sentir en la luna, en el cielo, en lo más alto del mundo con tan solo un poco de su voz o simples tonterÃas, personas que te hacen sentir increÃbles, invencibles y sinceramente... Perder a esas personas puede provocar que nos de mucho miedo, miedo a no volvernos a sentir asÃ, miedo a no poderle recuperar, miedo a que se olvide de ti, no sé, cualquier tipo de miedo, no uno en especial pues todos somos distintos y a todos nos dan miedo un sin número de cosas distintas y tenemos diferentes prioridades. Insisto en que el par de zapatos es el ejemplo perfecto para este tipo de situaciones ya que inclusive, cuando compramos un par de zapatos nuevos es difÃcil acostumbrarse al principio y exactamente eso mismo pasa con las personas, eso y nada más que eso, porque aunque venga otra y te sientas en comodidad, al principio es difÃcil de todos modos.
Quizás existan mejores que tú, pero no existen iguales a ti, la vida es totalmente relativa y mientras tú piensas que no eres suficiente a mi me bastas y hasta me sobras, no sé si me sigues, a veces pienso que no me gustarÃa que nadie supiera de ti porque luego te desearÃan, otras veces mi ego se levanta con el pie derecho y me gustarÃa que todos supieran de tus habilidades y talentos con mi interior para que te desearan y me envidiaran mientras yo aquÃ, sentada, acostada, no sé, hasta fumando me sonrÃo por tener el privilegio de tener cosas de ti y ellos no. Hay mejores que tú, eso lo saben hasta en la china, pero como tú no hay otra persona en este planeta y con el billón de defectos que tienes y aún no te descubro me encantas porque aunque hay mejores que tú, quien me hace sentir... Eres tú.
No quiero que nadie te mire, no quiero que nadie te piense, no quiero que nadie te escuche, no quiero que en nadie más pienses.
No quiero que pienses en otra, yo en ti quiero profundizar, no quiero que te besen otros labios, que otros brazos vayas a abrazar.
No quiero que seamos individuales, quiero que seamos un corazón, yo quiero que me sientas, como aquà te siento yo.
Sin prejuicios, sin vanidad, de veras yo te quiero... Pero no quiero corazón, que pienses que mi amor no es sincero.
No tengo espacio para el orgullo, solo tengo espacio para vos, quiero que me aprecies toda, desde mis letras hasta mi voz.
No quiero que te asustes, no quiero que te alejes, no quiero que te cohibas y que entrar en ti...
No me dejes.
Estoy tonta, hipnotizada, perpleja, no sé... Como quieras llamarle tú o como le quiera llamar la gente pero siento algo que no me deja moldear la cara a un estado normal mientras se trata de ti ya que una curva a la cual le llamamos sonrisa insiste con formarse en mi cara. Te quiero a milÃmetros, no a kilómetros y me gustarÃa poderte llamar siete veces frente a un espejo y que aparecieras por arte de magia porque asà de tonta me traes. Es como si estuviese loca pero no es tanto eso, es que me gustas demasiado que no puedo ni dormir pensando en todas las cosas que me faltan por decirte, por contarte, por mostrarte, ese mar de cosas que aún no sabes. Estoy borracha de sensaciones lindas porque cada mariposa que se mueve en mi estómago tiene una de las letras de tu nombre, entre todo lo que pienso antes de dormir tienes un espacio, te acabas de adueñar de mi desesperación y cuando hablo de desesperación hablo de esa que te pone a dar vueltas en un mismo sitio por no saber que decir, esa que te paraliza y no sabes que hacer con tantas bonitas cosas, esa que te da cuando sientes algo que hace mucho no sentÃas. No quiero que nadie te encuentre ni te descubra de la forma en que yo porque si eso pasa, probablemente lleves a esa persona igual como me llevas a mi, de tonta a tontÃsima.