Déjame consumirte, déjame estudiarte, déjame fumarte... Si, fumarte, así como un cigarro, así de poco a poquito, hasta descomponer todas tus tensiones, tus preocupaciones, tus complejos, toda la mala vibra que traigas. Déjame consumirte, déjame hacerte de mi, déjame prenderte, tener tu humo en mi boca, sentir tu tensión unos segundos y luego soltarla, para ser libre, para que seamos libres, porque si nos liberamos, porque si me libero, porque si te liberas... Podremos encarcelarnos a ser felices y cada vez que lo necesites, te consumiré, te fumaré, tendré tu humo en mi boca, tus preocupaciones, haré todo eso mio, para liberarnos las veces que sean y volvernos a encarcelar.

 Momentos de ocio y de oro conmigo misma, esos momentos diarios, dentro de cuatro paredes, con soledad, café, musa, tu imagen y una maleta la cual lleva dentro una variedad de sentimientos que a veces me confunden, me emocionan, me alteran, me hacen dudar de mi, me hacen llorar o me dan ganas de darlo todo por ti hasta obtenerte. Quizás una persona común y corriente piense que me debo aburrir aquí dentro, pero la verdad es que es imposible, con tantos pensamientos, tanto que escribir, tanto sentir, tanta inseguridad, tantas emociones y tantas risas... Aquí hago de todo, desde reirme sola de cada cosa que escribo hasta terminar llorando por pensarte y creerme que no soy suficiente. Este es mi rincón, estos son mis momentos, estos son mis momentos de oro, lo que para mi vale un millón, porque cada día me encuentro más conmigo, me miro por dentro mientras la luz está apagada y aprendo a batallar con mi exterior cuando está encendida. Aquí encontré lo que soy, aquí me miro, aquí aprendo más de mi para llevártelo a ti, llevárselo al mundo que está fuera y quedarme con un poco para recordar que aún estoy viva, porque si no me siento viva nunca podré quererte.

 Me vestí de valentía para hablarte, tú te vestiste de amabilidad para contestarme, ahora yo me visto de ganas y comprensión para ganar un lugar especial mientras tú te vistes de no se qué y todo fluye... ¿Quién eres? No lo se, estoy descubriéndote, ¿por qué tú? Quizás te preguntes pero no te diré ya que no tiene respuesta. Ya estás robándome el sueño y hasta le estás arrebatando a los problemas su lugar en mi mente, todos los días me pasa un mar de ideas por la cabeza respecto a como brindarte comodidad en mi pero la respuesta más coherente es que solo sea yo, gente cercana dice que hasta me haces bien. Eres lo que no soy, yo soy lo que no eres, llevas tanta alegría colgada en tu alma, en tu sonrisa y hasta en tu voz... Yo no traigo tanta alegría en tanta cantidad y realmente me hace falta. Estoy vestida de intenciones para ti, curiosamente de esas intenciones que hace tanto no me ponía, de esas buenas, bonitas y capaces de entender, esperar, ayudar y hasta aceptar cualquier cosa. Justamente ahora estoy deseando que estés aquí y decirte todo esto y lo haría en cualquier momento, pero preferí escribirlo antes de hacer cualquier cosa porque quiero inmortalizar este momento, inmortalizarte a ti y añadirte a mi historia.

 Suelo ser una persona optimista, demasiado diría yo, algo que me sirve para ayudarle a otros, pero hoy... Hoy no soy yo, al parecer alguien o algo se apoderó de mi cuerpo, probablemente la negatividad, el miedo, la tristeza o no se, algo que ni yo misma conozco. Estuve pensando y muy pocas personas o realmente nadie se juega o jugaría la milla extra por ti, por mi, ni por nadie, ninguna persona te da lo que lleva dentro si no le das algo a cambio, muchas veces se llega a cosas muy bonitas y serias pero todo eso luego de recorrer todo un mundo de tropiezos con esa persona, muy rara la vez que conocemos a alguien, le tratamos súper, le dejamos saber lo que queremos esa persona corresponde igual, no se deja vencer por miedos y todo es mutuo desde un principio. Casi nadie es capáz de aceptarte como eres al cien, al menos yo siempre trato de aceptar a mi alguien tal y como es, sus defectos convertirlos en virtudes y verlos por el lado positivo, claro, pero no todos son optimistas como yo, nadie es como yo, nadie es como tú, nadie es como nadie. Yo puedo aceptar a quien sea con todas sus manías y malas costumbres pero la verdad es que ¿quién me acepta a mi? ¿quién te acepta a ti? Probablemente si nos acepten, pero ¿saben qué pasa? No lo demuestran y ahí está todo el problema una vez más, nadie puede dejar todos los miedos a un lado por mi, ni por ti, ni por nadie, yo puedo dejar a un lado todos mis miedos y tirarme a la carretera de la unión de dos almas con los ojos cerrados incluso, sin pensarlo dos veces, porque pienso en que se pasará bien, se estará bien y que esa otra persona estará felíz pero no, nadie puede hacer eso por mi, ni por ti, ni por nadie, la mayoría de las personas piensan más en ellos que en todo, no es que esté mal pensar en uno mismo, pero todo exceso tiene su consecuencia, así sea mala o buena, no se debe pensar todo el tiempo en todo y no en uno mismo como tampoco se puede pensar solo en uno mismo y en nada más. Muchas veces, mejor dicho... Todo el tiempo, tener ese balance y poder pensar en ti y en todo sin crear un exceso es lo que te lleva a la felicidad, pero no, nadie o casi nadie ve eso, pero no me quejo, nadie es como yo, nadie es como tú, nadie es como nadie. Sinceramente todo esto lo escribí con una mitad de mi y el resto con lo que se apoderó de mi hoy que aún no le he puesto nombre, siempre trato de buscarle la solución y salida a todo, pero parece que hoy no estaba para eso, hoy no soy yo, hoy les retumbé un poquito en la cabeza.

 La vida sigue pasando y yo sigo aquí, todos vienen, van y yo sigo aquí, no voy ni vengo, no me pierdo ni aparezco, a veces vacía y otros días más grande que ayer, sin saber que trae el futuro y con heridas que nunca van a desaparecer. Amores que vienen y van, amores que marcan, que hieren o construyen, pero yo sigo aquí, yo permanezco mientras todo fluye, mil veces me han roto y mil veces me he vuelto a construir, por donde quiera que paso, donde quiera tengo algo que decir, que contar, que preguntar o que callar, si te muestro quien realmente soy ¿de veras te quisieras quedar? No se si esto es solo miedo, no se si tengo miedo a sentir, solo se que no quiero que ahora te alejes de mi, te juro que si te quedas no te vas a arrepentir, te prometo que si vienes, todo esto lo vuelvo a repetir. Si te dejo entrar en mi, yo en ti también quiero entrar, si empezamos a hacer algo, no quiero que lo dejemos a mitad, pregúntame, cuéntame y hasta reclama, haz todo eso siempre, hasta que sienta que me amas, que me quieres o que al menos me aprecias, yo a ti ya casi te quiero ¿acaso no te das cuenta? Los mares de ti no me dividen, pero si me divide la duda, no se si te quieres dar un chance, no se si lo quieres intentar, pero si quedarte tu decides más de una vez te voy a amar, en ti entraré y si tu me lo permites, de ti descubriré cosas que ni tu sabes que existen, que tienes o cosas de las que creias que no eran notables, mis puertas ya están abiertas, solo estoy esperando a que hables. 

 Ella no sabe como llamarle a esa sensación así que por el momento le llama miedo. Está sintiendo cosas nuevas, cosas buenas, cosas que quería sentir, cosas que deseaba y cosas que no creia que iba a llegar a sentir de tal manera. Es mucha la comidad, es mucha la emoción, es mucho lo bueno y ahí viene el miedo, a ella le da miedo que nada funcione, que solo sea una fantasía, que sea algo vacío y no genuino. Justo ahora la hacen sonreir, pero ella no sabe si provoca lo mismo u al menos algo cercano, ella cree saber donde está pero no está segura. Solo siente miedo de que nada salga, solo tiene un miedo que quizás muchos han tenido.

 Hablemos de ella, de la que no me deja ir, la egoista, la que no habla y solo escucha, la que se sienta en mi mesa, la que se toma conmigo el café, la que me espera en la cama, la que espera en la cama a muchas personas más...

Esa que solo piensa en ella, esa que me tortura, esa que hasta se emborracha junto a mi. Ella no es mala pero tampoco es buena, es incómoda, me gusta estar con ella de vez en cuando pero no todo el tiempo, ya creo que llevo mucho junto a ella, creo que es hasta mi relación más larga.

Quisiera cortarla pero ella no me lo permite, hace cualquier cosa para que me quede a su lado, suena hasta romántico pero realmente no lo es. Ella me tira, me hala, se va y a veces vuelve, pero nunca me deja y le tiene celos a otra, a otra que a veces trata de asomarse, otra que a veces intenta romper mi rutina, otra que no es nada de mala pero hay que observarla bien antes de escogerla. Ella es soledad y la otra es compañia.

 Quiero un corazón abierto, necesito un nuevo hogar. Quiero un corazón comprensivo, necesito que me entiendan. Quiero un corazón alegre, necesito reir y que me transmitan alegría. Quiero un corazón que resista estos duros tiempos, necesito que no me abandonen en medio de las pruebas. Necesito un corazón fuerte y noble a la vez, quiero que entiendan mi dolor y el del exterior. Quiero un corazón paciente, necesito que me toleren. Necesito estabilidad, quiero un corazón que me brinde seguridad. Necesito apoyo, quiero un corazón que me lo de. Quiero un corazón que me aconseje, necesito que me ayuden a ser mejor. Quiero un corazón que no se cohiba, necesito que me amen y me aprecien a rabiar. No quiero cualquier corazón, quiero tu corazón y necesito saber si tú quieres el mio.

 Entra en mi, déjame entrar en ti, estúdiame. Habla conmigo, hablemos, escríbeme, vamos a escribirnos. Dime lo que sientes, siempre te diré lo que siento, que la honestidad sea una prioridad y el orgullo algo que nunca usemos. Me abriré a ti, haz lo mismo también. Seré para ti un lienzo en blanco el cual vas a comenzar a pintar con tus colores preferidos y de la manera en que escojas, enamórate de mi, atrévete y hazlo. Si te enamoras, me enamoro, si me echas a perder, te echo a perder, tu escoges, yo quiero que te quedes.

 Yo vivo de muertes, vivo de las veces que se me ha roto el corazón y me han aniquilado los sentimientos. Vivo de muertes, vivo de cada amistad que se ha perdido en la nada, de cada traición y gracias a eso sigo aquí fuerte. Vivo de muertes, porque he muerto mil veces, me he matado, me han matado, me he dejado morir... Pero vuelvo y vivo, vuelvo y vivo para que me vuelvan a matar, para volver a matarme, para dejarme matar otra vez. Vivo de muertes porque a pesar de que mis sentimientos han muerto, yo he muerto, mis emociones han muerto y yo misma las he matado vuelvo y vivo, cada golpe, cada muerte y cada suicidio me hacen vivir, me hacen escribir, me hacen crecer y me hacen morir una vez más.