Autobiografeándome

16:30

Nunca tuve una tuba pero escribir de ella quería, estuve años tratando, hacer con mis letras un lindo día. 

No me importan las noches perdidas, soy alérgica a la aspirina, el mundo siempre está dando vueltas, pero yo le doy más vueltas a la vida.

Casi nunca uso reloj, no suelo hablar de Dios, prefiero dejar en letras toda mi alma y mi corazón.

Tengo como doce primos y creo no conocer ni a la mitad, puede pasar lo que sea, pero de escribir no voy a dejar.

La carne roja no me gusta, las cucarachas me asustan, la oscuridad me da lo mismo y con amores ya he visto mil abismos.

Me gusta mucho el amarillo, pero a veces me gusta el verde que aunque combina con la naturaleza muchas veces logra que más me concentre.

No sé nadar, solo sé amar, no sé correr patines, no tengo un récord Guinnes, juego mucho con palabras y no siempre soy afine.

A veces me creo ambigua, a veces me creo antigua, a veces hago de todo, casi siempre me baño con agua tibia. 

El café me gusta junto a cualquier cosa, pero me gusta a veces más con compañia, los libros transmiten cosas, que alguien jamás me transmitiría.

No me gusta el golf, tampoco me encanta el bingo, no juego bien a las apuestas y extrañamente me encantan los domingos. 

Voy porque el mundo me lea, voy por subir mil mareas, voy por sacar lágrimas, voy por entrar en mentes, la niña que tengo en mi interior, hace poco aprendió a contar hasta veinte.

El calor que sofoca, la espera desesperante, yo soy escritora... Pero me gustan los cantantes.

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